Algunos montañeros, en sus ascensiones, habían observado sus espectros o sombras proyectadas por el sol sobre la niebla, que previamente habían atravesado. Dejando el sol a sus espaldas podían ver, en determinadas ocasiones, sus figuras alargadas y proyectadas sobre la niebla blanquecina. A veces, se observa una aureola redondeada y coloreada que rodeaba las sombras de sus cabezas. Es el espectro de Brocken.
Este término proviene los avistamientos que se observaron por montañeros en Brocken en las montañas de Harz, al norte de Alemania.
El observador que ve su espectro con una gloria alrededor de su cabeza, verá que otros compañeros próximos a él no lo poseen: cada uno ve la suya y no la de otro.
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